domingo, 7 de noviembre de 2010

La risa abunda en la boca de los sabios.

El filósofo austríaco Ludwig Wittgenstein decía que el saber y la risa se confunden. El buen humor contiene una importante dosis de sabiduría, más allá del razonamiento común o la lógica aristotélica; un buen chiste, por ejemplo, pone en "jaque" a la razón derribando supuestas verdades, sólo para dejar en manifiesto que la verdad en sí es una cosa absurda. Por eso, tal vez, muchas escuelas místicas usan la risa como herramienta de iluminación. Los monjes zen cuando alcanzan el despertar lanzan sonoras carcajadas, y en la India se practica la meditación de la rosa mística que consiste, entre otras cosas, en tres horas diarias de risa durante nueve días.

Algunos beneficios de la risa.

-Reduce el estrés.
-Previene ataques al corazón.
-Durante la risa se segrega más adrenalina, lo que promueve la creatividad e imaginación, y endorfina, sedante natural del cerebro.
-En cada carcajada se trabajan más de 400 músculos, algunos de los cuales sólo se pueden trabajar al reírnos.
-Actúa como masaje interno: al estimular el bazo elimina toxinas, estira columna vertebral y cervicales, que es dónde se acumulan tensiones, y el movimiento del diafragma facilita la digestión reduciendo ácidos grasos y otras toxinas.
-La risa nos oxigena, ya que entra el doble de aire a los pulmones.
-El psiquiatra William Fry, estudioso de la risa por más de 25 años, asegura que tres minutos de risa equivalen en salud a diez minutos de remar enérgicamente. Asimismo que un minuto de risa es equivalente a cuarenta y cinco minutos de relajación.
-Rejuvenece al estirar y tonificar los músculos de la cara.
-Alivia la depresión.

Hay un antiguo dicho inglés que dice que: "La llegada de un payaso al pueblo hace más por sus habitantes que veinte burros cargados de medicamentos."

La risa es medicina natural, libre y gratuita, es la gimnasia aeróbica del alma; una vida abundante de buen humor es una vida sana. Además, es más sabio ir por el mundo esbozando una sonrisa que tener una grave solemnidad que nos aparte de los demás, pues la risa acorta la distancia entre los corazones.


* * *

Algunos chistes malos.

Entra un hombre al bar y el camarero le dice:
-Buenas, ¿Qué desea?
-Ser arquitecto- responde el hombre.
-No, digo que qué va a querer.
-Pues eso, arquitecto.
-No, que le quiero decir es qué va a tomar.
-Ahh! ¿Y qué hay?
-Pues nada; aquí limpiando la barra.

Estaba Jesús en la cruz gritando:
-¡¡Malditos hijos de puta!! ¡¡Romanos cabrones!!
Entonces se acerca Pedro corriendo y le dice:
-¡Maestro! ¡Maestro! ¡Viene la prensa!
-Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen.

San Pedro va a comer, y Jesús le sustituye en la recepción del cielo. En eso llega un anciano muy mayor y con muy mala vista. Jesús se dispone a tomarle los datos.
-Hola, ¿Quién es usted y que ha hecho con su vida?
-Yo soy un pobre carpintero que tuvo un hijo muy famoso en todo el mundo.
-Eres...¿¿Papá??
-Entonces tú eres...¿¿Pinocho??

Un hombre va corriendo por el desierto seguido de un enorme y feroz león. Como no puede más se detiene y se pone a rezar de rodillas:
-Por favor, Señor, convierte a este león en cristiano.
Entonces el león se para delante de él y dice:
-Señor, bendice estos alimentos que voy a tomar.

Dos hombres conversan:
-Tu perro parece un gato.
-Es que es un gato.
-Pues parece un perro.

Un abrazo.


Imagen: Patch Adams.

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